Banco de Inglaterra Mantiene Tasas en 5% y se Enfoca en Riesgos Inflacionarios

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El Comité de Política Monetaria (MPC) del Banco de Inglaterra se reunió el 18 de septiembre de 2024 y tomó decisiones clave sobre los tipos de interés y otras políticas monetarias destinadas a gestionar la inflación y apoyar el crecimiento económico. El mandato principal del comité sigue siendo lograr el objetivo de inflación del gobierno del Reino Unido del 2%, al tiempo que se promueve el crecimiento económico y el empleo.

En la reunión de septiembre, el MPC votó por mayoría (8-1) para mantener sin cambios la tasa de interés en el 5%. Esta decisión siguió al recorte del mes anterior del 5,25% al 5%, que marcó la primera reducción en más de cuatro años. Un miembro del comité prefirió reducir aún más la tasa al 4,75%, pero la mayoría consideró que mantener la tasa actual era apropiado dadas las continuas presiones inflacionarias. A pesar de las recientes mejoras, la inflación aún no había caído lo suficiente como para que el comité pudiera flexibilizar la política monetaria de manera más agresiva.

La decisión del MPC estuvo guiada por la necesidad de mantener una política monetaria restrictiva para controlar las persistentes presiones inflacionarias. El comité enfatizó la importancia de mantener ancladas las expectativas de inflación y garantizar que la inflación vuelva al objetivo del 2% de manera oportuna y sostenible. El MPC también votó por unanimidad reducir en 100 mil millones de libras el stock de bonos del gobierno del Reino Unido en los próximos 12 meses, llevándolo a un total de 558 mil millones de libras. Este movimiento está alineado con la estrategia más amplia del Banco de ajuste cuantitativo, destinada a reducir su balance sin perturbar demasiado los mercados.

El comité discutió tres posibles escenarios relacionados con la persistencia de la inflación. En el escenario más optimista, los choques globales que habían impulsado la inflación continuarían desvaneciéndose, lo que llevaría a una dinámica salarial y de fijación de precios más débil, requiriendo así una política monetaria menos restrictiva. El segundo escenario preveía un período de desaceleración económica, en el que el PIB podría caer por debajo de su potencial y el mercado laboral necesitaría ajustarse aún más para reducir la inflación. El último escenario, más pesimista, sugería que los cambios estructurales en la economía, como las modificaciones en la fijación de salarios y precios, podrían requerir una política monetaria más estricta durante un período más prolongado.

A nivel global, la actividad económica se mantuvo estable, aunque algunos indicadores sugieren un debilitamiento, especialmente con la caída de los precios del petróleo. El MPC notó que la economía del Reino Unido no presentó muchas sorpresas en comparación con las expectativas del Informe de Política Monetaria de agosto.

En conclusión, el MPC optó por mantener una postura cautelosa, con la mayoría de los miembros de acuerdo en que la política monetaria debía seguir siendo restrictiva hasta que los riesgos de persistencia inflacionaria se disiparan significativamente.